En esta oportunidad quisiera hablarles de un tema bien importante como lo es LA CONFIABILIDAD pero NO de la confiabilidad PUNTUAL sino de la CONFIABILIDAD GLOBAL de una planta industrial. No me voy a referir a la confiabilidad desde el punto de vista del diseño, sino de la parte de la planta industrial en donde normalmente escuchamos hablar de la confiabilidad OPERACIONAL
Muchos sabemos que
la confiabilidad es la probabilidad de que un determinado equipo pueda operar durante cierto tiempo sin fallar.
¿Cuál puede ser la probabilidad de que un equipo pueda ser restablecido a su condición operacional en un tiempo determinado? o también podemos escuchar ¿cuál es la probabilidad de que el equipo esté disponible por operar?
Estas son CONFIABILIDADES operacionales
Luego tenemos la confiabilidad humana de la cual hemos escuchado últimamente con mucha contundencia, pero hay una confiabilidad que yo la llamó el eslabón perdido de la confiabilidad y es la de la información de mantenimiento.
No me refiero a la confiabilidad de los datos sino a la confiabilidad de la información de mantenimiento
¿por qué digo esto?
Porque nosotros podemos encontrar variables aleatorias continuas, podemos escuchar de variables aleatorias discretas, podemos tener modelos determinísticos, probabilísticos y todo este cúmulo de información de estadística que se acumulan en la gestión de los activos en una planta industrial.
Hemos visto además que este es un tema que no está bien asentado en los procesos industriales, por qué lo digo, simplemente porque en estos casi 35 años trabajando en el área industrial, y de haber visitado más de 30 empresas haciendo trabajos que ya ni recuerdo, unas son de alimentos, otras de acerías, minería (oro, hierro, bauxita), laminación, química, petroquímica, hoteles por mencionar algunas, no he visto un departamento o alguien que se dedique realmente a escudriñar el histórico del comportamiento de los equipos.
A veces tenemos sistemas de datos que guardan demasiada información cualitativa y cuantitativa de los mantenimientos, pero no encontramos a alguien que la analice, para tener un conocimiento posterior sobre el comportamiento de los equipos que nos permitas modelar algún tipo de distribución.
Tener alguien que le haga seguimiento al comportamiento de los activos, puede ser oneroso para una gerencia; entonces, que sentido tiene al almacenamiento de información, «solo para lujo». Esta actividad se complica en una planta porque se piensa que cuesta dinero adicional a las empresas. Muchas veces debido a la preocupación de una gerencia, se opta por contratar una empresa consultora o un consultor para que audite el proceso, y con seguridad lo primero que hará será escudriñar la información del Registro de Equipos.
Por otro lado, sino existe una persona que haga este trabajo, no sería conveniente asignarle esta tarea a un planificador, porque obviamente esta persona está planificando continuamente, al igual que el programador que está controlando el backlog, y poniendo todo su empeño para que se cumplan todos los programas de mantenimiento, sean estos por correctivo o preventivo. Igualmente, tenemos al ejecutor que está interviniendo los activos en estrecha relación con planificación y programación; por lo tanto, si toda esta información de mantenimiento se lo dejamos a cualquiera de estas tres personas para que la analice, procese y arroje resultados, con seguridad, no van a cumplir con sus responsabilidades.
Ante esta situación, normalmente lo que hace una gerencia es contratar a consultores para esta actividad. Particularmente en nuestra empresa durante las auditorias direccionamos nuestro trabajo hacia las personas, procesos; y por supuesto, a revisar toda este cúmulo de información que está archivada en el histórico de los activos. De verdad que quedarían impresionados de la gran cantidad de situaciones y resultados que se consigue con esta estrategia.
Por ejemplo, hace muchos años auditando una planta de oro noté la razón por la cual este equipo tenia una alta indisponibilidad, que obviamente representaba una gran pérdida de dinero. En ese entonce escudriñamos el registro de información de este activo, en lo concerniente a los arranques y paradas y sus causas. Pudimos observar que por una mala operación, desde el punto de vista de estudio y medición del trabajo, los operadores tenían una diferente manera de cargar las barras en el molino que hacían la tarea de triturar las piedras para luego del polvo (arena-oro), extraer mas adelante en las etapas siguiente, solo el polvo de oro. Esta situación fue corregida y el molino aumento su disponibilidad enormemente. Esto no hubiese sido posible sin haber analizado la información del histórico. Lo mas lamentable, era que esta situación tenía meses realizándose indebidamente, sin que nadie se percatara de lo que estaba ocurriendo.
Todas las fallas son paradas, pero no todas la paradas son fallas
Otro ejemplo fue en una empresa de alimentos, en la cual pudimos observar diferentes tiempos para una actividad preventiva. En un trabajo preventivo podemos encontrar una ligera desviación de 10 a 15 por ciento, debido a que si es una actividad que se realiza siempre de la misma manera no debería haber grandes desviaciones; sin embargo, escudriñando el registro de equipos en su parte del histórico, y notamos que un trabajo preventivo de limpieza y engrase tenía tiempos de 87 minutos a 120 minutos. Nos preguntamos cuál es el tiempo real. No podíamos decir que el tiempo real era alrededor de 87 minutos, porque posiblemente la actividad no se estaba realizando correctamente. Ante esta situación, procedimos a realizar un estudio de tiempos y movimientos acompañado de una medición del trabajo, que son herramientas de ingeniería industrial para contabilizar el tiempo real. Obviamente, el tiempo real estaba alrededor de los 105 minutos.
OTRA ANÉCDOTA
Igualmente, encontré en otra planta situaciones como que los equipos estaban fallando mucho, pero no sabíamos realmente qué es lo que estaba pasando. Tuvimos que entrar a revisar las órdenes de trabajo, encontrando que no se estaban cumpliendo los protocolos y podían ser causales de fallas, pero la razón fundamental era que las personas que mantenían y operaban los equipos duraban muy poco tiempo en la planta. Esto se debía a que era una mina a casi 600 metros bajo tierra. Estar mucho tiempo en esta situación le generaba vértigo, estrés, malestar, etc. la gente optaba por renunciar. La razón de fondo por la que fallaban los activos era por la alta rotación del personal de mantenimiento y operaciones. «La gente con el poco tiempo, nunca aprendía a operar y mantener los equipos. La rotación de personal es un enemigo de la confiabilidad operacional y humana. Esta situación fue posible resolverla porque revisamos la información del histórico de los activos.
En mi próximo libro que se trata sobre «El Tratamiento Cualitativo y Cuantitativo de la Información Gestión de Activos» incluyo de manera detallada todos estos temas y una parte bien interesante de los atributos que debe tener o cumplir una persona quiera participar como confiabilista de cualquier proceso productivo.
Fíjense que yo me refiero al confiabilista de una planta industrial, no me refiero a los confiabilistas de diseño, porque obviamente para estos últimos, hay todo un departamento monitoreando y usando cualquier cantidad de softwares para procesar información. En mi libro me refiero a este confiabilista.
¿QUÉ ATRIBUTOS DEBE TENER UN CONFIABILISTA?
Un confiabilista debe ser una persona con un conocimiento profundo del funcionamiento de los activos. No no me refiero a conocer sino conocimiento porque desde el punto de vista metodológico, son muy diferentes, me refiero al conocimiento de saber cómo opera y cómo se mantienen los equipos.
El confiabilista debe contar con herramientas de estadísticas: modelos probabilísticos y determinísticos, conocimiento de tendencias, medidas de dispersión, leyes de probabilidades, variables aleatoria continua y discretas, etc.
Un confiabilista debe ser una persona con mucho criterio. Para ser un buen confiabilista hay que tener mucha pasión y confianza y ser al mismo tiempo una persona proactiva para ir más allá de los resultados sin adelantarse a ellos.
Además, tiene que ser en una persona con mucho orden y organización, con visión detectivesca para saber donde buscar, escudriñar, analizar y procesar información para alcanzar sus objetivos. Debe ser una persona centrada, organizada, sistematizada desde el punto de vista metodológico. Debe tener la capacidad de discernir y de entrar en una constante búsqueda de opiniones, debe ser sobretodo una persona con mucha redacción y ortografía que pueda elaborar informes impecables de mantenimiento.
Particularmente, pienso que las empresas debe tener una persona que se dedique exclusivamente a hacer este trabajo. Como consultor solo una sola vez vi una persona que hacía este tipo de trabajo; y por lo tanto para generalizar el tema de confiabilidad; ésta debe estar enmarcada en un triangulo. En la parte superior tenemos la confiabilidad humana, abajo tenemos la confiabilidad operacional y luego, en el otro vértice tenemos la confiabilidad de la información de mantenimiento que es a la que nosotros debemos prestarle igual atención. Analizando este triangulo con seguridad tendremos herramientas para justificar inversiones de mantenimiento, reemplazo de partes, generación de nuevas políticas y estrategias entre otras.